sábado, 10 de abril de 2010

Crónica del Jueves Santo (II)

El centro de Sanlúcar se vuelve Verde, capirotes de terciopelo y cirios color Esperanza nos anuncian que Jesús, después de ser humillado, morirá en la cruz y tras él, su madre pidiendo Piedad inundará de emoción y sentimiento las calles de la ciudad con sones trianeros y macarenos a la vez, que la hacen aún más especial...
Cuando el sol ya se ha escondido, las puertas de la capilla de Vera+Cruz se abren para ver salir tres pasos que no dejarán indiferente a nadie.
La Cruz de Guía se planta a las 21.45h en la Plaza Cristo de la Humildad, que poco a poco va llenándose de público hasta que asoma la columna del Señor y ya no cabe un alfiler. Sale el misterio, Jesús recibe azotes ante la mirada de la gente que no puede mover sus ojos ante tal instante. Hasta que varias marchas lo llevan al principio de la calle del Huerto. Y sale ese titular al que se le tiene un especial cariño en Sanlúcar, sus rodillas hundidas en el monte de claveles rojos y los costaleros realizando un gran esfuerzo para llevar a Cristo a los rincones del pueblo.
Tras los tramos de nazarenos más "piadosos" llega ella, la que su cara refleja dolor y dulzura a la vez, la Virgen de la Piedad que entra en su plaza con la marcha "La Macarena" de Paco Lola y llega hasta la calle del Huerto al son de tambor.
Luego, en la capillita del Rocío se viven momentos inolvidables para la Hermandad, la calle Juan Carlos I congrega mucha gente el Jueves Santo para ver pasar esta cofradía, ya que sus pasos se lucen maravillosamente. El primero, el misterio llevado por Manuel J. Macías Castaño, se mueve al compás de la Agrupación Cristo del Amor que viene desde Huelva y eso hace arrancar aplausos a los asistentes. El Stmo. Cristo de la Humildad, aparece sin esperarlo en silencio y con la solemnidad que lo caracteriza. Pero el murmullo empieza a sonar cuando la Virgen se acerca, nadie se contiene y el palio hace su revirá y se coloca cara a cara con la Reina de las Marismas, caían pétalos y se escuchaban rezos, la Banda interpretaba la Salve y se podían ver lágrimas en muchos devotos que miraban fijamente a los ojos de la Virgen.

En la Carrera Oficial no faltaron detalles para el antiguo alcalde de Sanlúcar, los costaleros daban lo mejor de ellos y los capataces mandaban a sus hombres para entrar hacia la calle Sta. Teresita del Niño Jesús.
Serían más de las doce, ya comenzada la madrugá, cuando la Virgen de la Plaza se alejaba de ella para subir a la Avenida Concepción Rodríguez Solis y volver por la calle Real. Allí comenzaban a colocarse hermanos y devotos de la Virgen frente a ella, todos colocados de espaldas al cortejo y mirando el paso de palio. Desde que entra en la céntrica calle hasta que entra en su templo el fervor, los aplausos, los llantos y la felicidad de verla un año más se apodera de todos ellos que la disfrutan mientras la Banda Municipal de Aznalcóllar toca marchas que emocionan aún más...
Este año la entrada se producía con rigurosa puntualidad, el misterio del "Amarrao" entraba al ritmo de Presentado a Sevilla a las dos de la madrugada. Poco después el Stmo. Cristo ya muerto en la Cruz lo hacía con la dificultad que conlleva y con un merecido aplauso a sus costaleros. La Virgen de la Piedad, tras su pará bajo el reloj de la plaza, donde se veían bastantes flashes de fotos, se colocó en su puerta con la marcha "Callejuela de la O" y entró en su capilla antes de que dieran las tres...

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